Conservar bien un medicamento no es “un detalle”: es lo que garantiza que el tratamiento funcione como se espera. Temperatura, luz, humedad y la forma de cerrar el envase pueden marcar la diferencia.
Reglas básicas de conservación
- Envase original: protege de la luz y evita confusiones.
- Evitar calor: no dejar en coche ni cerca de fuentes de calor.
- Humedad fuera: especialmente en comprimidos (baños y cocinas, mejor no).
- Cerrar bien: envases mal cerrados se degradan antes.
Nevera: cuándo sí y cómo hacerlo bien
- Guárdalo en una zona estable de la nevera (no en la puerta si hay cambios de temperatura constantes).
- Evita contacto directo con hielo o el fondo congelador.
- Si viajas, usa bolsa isotérmica para el transporte.
Tras la apertura: gotas, soluciones y suspensiones
En colirios, gotas óticas y soluciones, tras abrir el envase pueden existir límites de uso. Por eso recomendamos:
- Anotar la fecha de apertura en el envase.
- No tocar la punta del gotero con dedos, piel u oreja.
- Guardar siguiendo las indicaciones (ambiente o nevera).
Errores típicos que vemos
- Dejar medicación en el coche “solo un rato”.
- Guardar comprimidos en sitios húmedos.
- No cerrar bien envases o no anotar fecha de apertura en gotas/soluciones.
- ¿Está en un lugar fresco y seco?
- ¿Sigue en su envase original?
- Si son gotas/solución, ¿anotaste la fecha de apertura?
Envíanos una foto del envase (sobre todo si indica nevera/temperatura) y te orientamos de forma general.
Importante: la prescripción y los cambios de pauta corresponden al veterinario.