“Otitis” significa inflamación del canal auditivo. Puede ser por alergias, humedad, parásitos, bacterias, levaduras u otras causas. Por eso el punto clave es: diagnóstico veterinario + tratamiento bien aplicado.
Señales típicas
- Rascado de orejas o sacudidas de cabeza.
- Mal olor, cerumen oscuro o secreción.
- Enrojecimiento, dolor al tocar o sensibilidad.
- Oreja “caída” o inclinación de cabeza (si es intenso, consultar).
Errores frecuentes con gotas óticas
- No limpiar según indicación veterinaria o “limpiar demasiado” irritando el canal.
- Aplicar gotas sin respetar dosis y duración.
- No masajear suavemente la base de la oreja cuando el veterinario lo indica.
- Interrumpir el tratamiento porque “ya parece mejor”.
Conservación e higiene
- Anota la fecha de apertura del envase.
- No tocar la punta del aplicador con piel/oreja.
- Guardar según indicaciones: ambiente/nevera, luz/temperatura.
Cuándo consultar con urgencia
Si hay dolor muy intenso, pérdida de equilibrio, cabeza inclinada, sangrado, fiebre, o no mejora en el plazo que marcó el veterinario, lo correcto es revisar en consulta.
Checklist antes de venir (para dispensación)
- Foto legible de receta/pauta (si procede).
- Confirmar dosis, frecuencia y duración.
- Si te han pautado limpiador + gotas, trae ambos nombres/pauta (para validar).
Si quieres, envíanos una foto por WhatsApp antes de venir y lo revisamos.
Envíanos una foto legible de la receta/pauta (y si hay limpiador + gotas). Te respondemos con criterio y sin complicaciones.
Importante: la prescripción y los cambios de pauta corresponden al veterinario.